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Pasado con memoria (XXI)

Pasado con memoria (XXI)
Vista de Zafra. Foto: Wikimedia Commons. Antonio Fiol
Léeme en 10 minutos

La memoria despliega mi pasado en forma de abanico de nostalgias grises.

Bigotes
Cuentan que en Zafra, allá por el siglo XV, hubo un castillo feudal gobernado por don Mendo Méndez de Peláez, conocido popularmente por sus grandes bigotes. Cierto verano fue tan caluroso en la comarca que tanto las fuentes como los pozos se secaron, y únicamente del pozo que el castillo tenía en el patio manaba agua en abundancia.

Un martes de agosto, una gitana logró burlar la vigilancia de los guardias y entrar en el patio con la intención de llenar el cántaro que llevaba consigo. Pero fue sorprendida en el intento y llevada ante ‘Bigotes’, que a pesar de las constantes súplicas de la mujer se mantuvo impasible y, como castigo, ordenó que tirasen su cántaro al aire y que por cada trozo que resultase, le dieran un latigazo. El cántaro se partió en siete pedazos, de ahí que la gitana recibió siete latigazos. Y, a continuación, fue arrojada fuera del castillo. Pero antes de salir, se dirigió a don Mendo y le echó esta maldición:

–¡Siete pedazos, siete! ¡Los siete días de la semana! ¡Hoy es martes! ¡Te espero para el martes próximo! ¡Tendrás tanta agua que navegarás en ella, maldito!

Esas palabras calaron de tal forma en él, que aquella noche no pegó ojo recordando la maldición. Resultas de lo cual a la mañana siguiente se levantó con mucha fiebre, que fue aumentado día a día, hasta que el lunes siguiente falleció.

Al día siguiente (martes) el cadáver del conde yacía en una sala del castillo. Mientras, se desató una tormenta tan grande que poco a poco fue inundando las dependencias del castillo y el pueblo mismo, de modo que el ataúd con el cuerpo de ‘Bigotes’ salió flotando del castillo hasta un riachuelo próximo, que la transportó hacia un precipicio en forma de catarata, donde quedó varada.

Y fue en ese momento cuando apareció el fantasma de la gitana, que le espetó:

–¡Mi maldición se ha cumplido! ¡Tanta agua tendrás que navegarás en ella, maldito! ¡Ahora húndete en los abismos!

El fantasma desapareció a la vez que el ataúd desaparecía en el abismo.

Esta leyenda dio lugar a un dicho popular: “Llueve más que cuando enterraron a ‘Bigotes’”, también conocido como “Llueve más que cuando enterraron a Zafra”.

En tiempo de los apóstoles
Años atrás era muy conocida y tarareada, incluso por los más jóvenes, la canción del mejicano Valentín Elizalde, o ‘Chico Elizalde’, también conocido como ‘El Gallo de Oro’ titulada ‘Los Pájaros’, cuyos primeros versos decían:

En tiempo de los apóstoles
había unos hombres tan bárbaros
que se subían a los árboles
y se comían a los pájaros.

Venir de molde
Molde es un sustantivo que parece ser la misma palabra que modelo, pues una y otra vienen de ‘modulus’, que tienen la misma significación. Alude a:

* Pieza en que se hace en hueco la forma que quiere darse en sólido a la materia que se vacía en él: un metal, un plástico, etc.
* Instrumento, aunque no sea hueco, que sirve para estampar o para dar forma o cuerpo a algo; p. ej., las letras de imprenta.
* Persona que, por llegar al sumo grado en algo, puede servir de regla o norma en ello.
* Conjunto de letras o forma ya dispuesta para imprimir.

“Venir de molde” es una expresión tomada de la fundición de los metales y que se aplica a las cosas que sientan bien, que se acomodan y ajustan perfectamente entre sí, según las circunstancias, como el metal fundido llenas los espacios vacíos del molde en que se insufla.

Cervantes escribe (‘El Quijote’. Capítulo IV, primera parte) “Apenas los divisó Don Quijote, cuando se imaginó ser cosa de nueva aventura, y por imitar en todo, cuanto a él le parecía posible, los pasos que había leído en sus libros, le parecieron venir allí de molde uno que pensaba hacer”.

Código Militar Femenino
Corrían los años 70 cuando una alumna de cierto colegio público hizo circular entre sus compañeras el siguiente ‘Código Militar Femenino’:

Artículo 1º. Toda mujer, después de haber cumplido los 16 años, deberá estar dispuesta en cualquier momento para el ataque.
Artículo 2º. Tendrá el arma siempre limpia y en condiciones para su pleno uso.
Artículo 3º. Deberá llevar en su equipo dos o tres gomas de repuesto.
Artículo 4º. Si sufriera el ataque enemigo sobre la zona de guerra, deberá efectuar con la mayor rapidez posible la posición de ‘Cuerpo a tierra’.
Artículo 5º. En caso de levantamiento del arma enemiga, deberá tomar, sin rechistar, la posición más adecuada.
Artículo 6º. Cuando tenga lugar el disparo, queda totalmente prohibido lanzar gritos.
Artículo 7º. En caso de una posible retirada enemiga, la recluta deberá asirse al arma enemiga con ambas manos y procurar obligarle a continuar la lucha.
Artículo 8º. Si la recluta, por casualidad, llevara ‘Bandera roja’, deberá guardar su arma reglamentaria y, si es posible, interceptar el ataque enemigo por la retaguardia.
Artículo 9º. Después de la lucha, la recluta deberá limpiar escrupulosamente su arma, procurando que no quede inmundicia alguna dentro.

Penalización: En caso de que no se cumplan los artículos 8º y 9º del presente ‘Código’, la recluta será castigada a llevar el macuto cargado durante nueve meses, en los cuales se le aumentará el peso diario y, al terminar el castigo, deberá estar dos meses sin salir, y sin hacer uso del arma reglamentaria.

Prohibición de las comedias en Castilla
Escribe Cervantes (‘El Quijote), Capítulo XLVIII, 1ª parte) “… porque habiendo de ser la comedia, según le parece a Tulio, espejo de la vida humana, ejemplo de las costumbres, e imagen de la verdad, las que ahora se representan son espejos de disparates, ejemplos de necedades, e imágenes de lascivia”.

Y Clemencín: “Los abusos notados acerca de esto en los principios del teatro castellano habían movido a las Cortes de Valladolid del año 1548 a pedir que se prohibiese la impresión de farsas feas y deshonestas (petición 147). Por los años de 1590 se agitó con calor la cuestión de si eran lícitos o no los teatros, y en ella intervino el célebre P. Juan de Mariana, declamando con la vehemencia propia de su pluma contra los abusos escénicos en su opúsculo ‘De spectaculis’, donde llegó a indicar que los teatros tenían más inconvenientes que los lupanares (capítulo XVI). Felipe II mandó que se cerrasen los teatros en el año de 1598, que fue el de su muerte; pero volvieron a abrirse el de 1600, y continuaron en los reinados de los dos Felipes, III y IV, interrumpiéndose sólo durante algunos años en señal de duelo, con motivo de las calamidades y desgracias ocurridas poco antes de mediados del siglo. El año de 1665, durante la menor edad de Carlos II, la Reina Gobernadora doña Mariana de Austria mandó que las representaciones cómicas cesasen enteramente, hasta que el Rey su hijo, que había nacido en 1661, tuviese edad bastante para gustar de ellas; pero a instancias del Ayuntamiento de Madrid se levantó la prohibición, y continuaron las comedias sin interrupción hasta nuestros días”.

Cantares populares de Extremadura
Alcuéscar
Agua, Dios, en los trigos de La Cañada, donde tiene mi amante la su senara. Calle de la Plazuela, calle de flores, donde suben y bajan las procesiones. En la calle del Medio más en el medio, vive la jaquetona del pelo negro. Cuando te vide venir por la calleja el Parral me pareciste una guarra que venía á ejozar. Dicen que Vitarán, Vharán la fuente para beber, dicen que Vitarán, Vitarán y no la acaban de hacer. ¿Dónde vas, morenita, dónde vas a lavar? —Voy a la Fuente Nueva, por bajo del Pilar; por bajo del Pilar, por bajo del laurel… —¿Dónde vas, morenita, ¿dónde vas a tender? Voy a la Fuente Nueva, por bajo del laurel. ¡La fuente del Castaño lo paga todo! Las mocitas de servir cuando van por agua al pozo se llevan las horas muertas platicando con sus novios. La calle de la Cuerna tiene tres bichos: el bizco, el de los dientes y el cabrerillo. Por la calle de la Iglesia van dos muñecas; una lleva papel y la otra yesca.

Badajoz
En Badajoz, las damas se van al puente a ver correr el agua, saltar los peces. El cielo de Badajoz está cubierto de azul; por eso las extremeñas tienen la sal de Jesús. Las chicas de Badajoz son las que me gustan, madre, porque me han gustado siempre los huevos con mucha carne.

Barcarrota
Las ánimas benditas de Barcarrota, como son pobrecitas siempre están rotas. Alude esta copla al abuso de pedir por las ánimas del Purgatorio.

Burguillos
Los suspiros que salen de mi pechito se van por el Guadiana hasta Burguillos.

Cabezabellosa
De Cabezabellosa era la niña, y el galán que la baila de la Jarilla. Véase el cantar segoviano: De Bernúy de Porreros era la niña, etc.

Guadalupe
Vivan los aires morenos que vienen de Guadalupe, y pasan por Castilblanco y van a Herrera del Duque. Guadalupe es villa del partido judicial de Logrosán y Castilblanco es villa del partido judicial de Herrera del Duque.

Logrosán
A Logrosán me voy a por una logrosana, que las mozas de mi pueblo parecen yeguas serranas.

Mirandilla
La mujer del alcalde de Mirandilla lleva una ristra de ajos por gargantilla.

Montánchez
¡Castillo de Montánchez, si te cayeras y cogieras debajo las montanchegas!

Montijo
El Padre y el Hijo eran del Montijo; el Espíritu Santo, de Fuente de Cantos; la Virgen María, de Torremegía, y el abuelo viejo, de Carrascalejo. Tres pueblos traigo andados por verte, niña: el Montijo, La Puebla y Garrovillas.

Plasencia
Eres el sol de Plasencia y la luna del Villar (de Plasencia); la estrella de Aldeanueva y el lucerito de Hervás.

Dicen en Turégano (Segovia) de Plasencia: Cayetana, Cayetana, cuando fuiste a Plasencia a regalar los melones, con dos reales que llevabas ¡trajiste los pendentones. Variante a los tres últimos versos: A regalar las sandías, con des reales que llevabas trajiste las gargantillas.

Ribera del Fresno
A Ribera me fuera de buena gana, si hubiera un extremeño que me llevara. Se refiere a Ribera del Fresno, villa del partido judicial de Almendralejo.

Trujillo
Camino de Trujillo me corté un dedo, y una trujillanita me ató un pañuelo, y después del pañuelo me ató una cinta, viva usted muchos años trujillanita. Trujillito me da voces, la Madroñera me llama, las mocitas de La Cumbre me dicen que no me vaya. Esta copla la emplean, irónicamente, en la provincia de Cáceres contra los que presumen ser unos Tenorios.

Villafranca de los Barros
En Villafranca de los Barros han descubierto una mina, de cuchillos y navajas y pañuelos de Manila. Este cantar se refiere a una gran aprehensión de contrabando que en cierta ocasión hicieron los carabineros en dicha villa.

La Zarza
Viva el pueblo de La Zarza y la Virgen de las Nieves; viva la feria bonita que se celebra en septiembre.

Zorita
Eres el sol de Zorita, la luna de Cañamero, de Berzocana la estrella, de Logrosán el lucero. Emplean esta copla los mozos de la provincia de Cáceres como un piropo o flor para las mozas.

El cementerio de Momo
Momo (del griego ‘mômos’, burla, culpa, en latín ‘momus’) era la personificación del sarcasmo, las burlas y la agudeza irónica. Se le representaba con una máscara que levantaba para que se le viera la cara, y con un muñeco o un cetro acabado en una cabeza grotesca en la mano, símbolo de la locura. Actualmente es gesto, figura o mofa que se ejecuta regularmente para divertir en juegos, mojigangas y danzas.

El granadino Francisco Martínez de la Rosa (poeta, dramaturgo, político y diplomático) escribió ‘El cementerio de Momo’, en el que, entre otros epitafios, recogía:

Yace aquí un mal matrimonio,
Dos cuñadas, suegra y yerno…
No falta sino el demonio
Para estar junto el infierno.
Agua destilada la piedra,
Agua está brotando el suelo…
¿Yace aquí algún aguador?
No, señor: un tabernero.

¡Cuñados en paz y juntos! …
No hay duda que están difuntos.

Aquí yace una beata
Que no habló mal de ninguna…
Perdió la lengua en la cuna.

Pues sí, hombre
Dicen que allá por los siglos XV-XVI vivió en Córdoba un canónigo e inquisidor llamado Diego Rodríguez que en nada dio lustre y esplendor a su apellido: Lucero. Fue conocido como ‘Lucero el Tenebroso’ o ‘El inspirador de Lucifer’.

Designado por el arzobispo y consejero real Diego de Deza y Tavera, llevó a cabo una persistente persecución contra los judíos en toda Andalucía, hasta el punto de que en un solo día aplicó un auto de fe a 107 supuestos judaizantes, atrocidad que a pesar de las protestas del cabildo catedralicio y del Ayuntamiento cordobés fueron desoídas por Deza.

Igualmente, Lucero abrió un juicio contra el arzobispo de Granada don Hernando de Talavera, quien apeló al papa Julio II y fue absuelto. Poco después estalló en Córdoba un motín popular que terminó con la liberación de algunos encausados.

Destituido de su cargo y encarcelado por orden de Cisneros, fue liberado poco tiempo después. Falleció en Sevilla el 28 de diciembre de 1534.

Mari Angola
Alguien dijo algo sobre Mari Angola, personaje proverbial que es mencionado en el dicho ‘Las gracias de Mari Angola’, para referirse a una persona simple y sin gracia; o, como escribe Luis Montoto en ‘Personajes, personas y personillas, que corren por las tierras de ambas Castillas’, tomo II, “La Mariangola de la frase debió de ser una mujer que, alardeando de graciosa, jamás dijo gracia alguna, sino insulseces y pampiroladas”.

Así, escribe Espinel (‘Vida del escudero Marcos de Obregón’): “Asomó mi despensero con un platillo de mondongo, más frío que las gracias de Mari Angola”.

Excusas
Se pone en boca del ocioso, que siempre encuentra excusas para no trabajar.

Lunes, galbana;
martes, mala gana;
miércoles, tormenta;
jueves, mala venta;
viernes, vendaval;
para un día que me queda,
¿a qué voy a trabajar?

Crédito de la imagen

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