El cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, ha presentado su última obra, un libro que abarca la vida de la ciudad de Trujillo desde 1870 hasta la actualidad, con numerosas noticias sociales, culturales, políticas, económicas, relatadas de un modo muy personal y peculiar, y que ha sido prologado por el periodista Félix Pinero, ambos colaboradores de la revista Grada.
El autor ha realizado un largo excurso sobre la historia de la ciudad, pasando de ser cronista del pasado a cronista del presente, como un historiador y periodista que, aunque no haya vivido todos los hechos que recoge en su crónica, los conoce y los revive en las crónicas de los periódicos de la época que recopila en su Crónica de la Ciudad de Trujillo, teniendo como referente publicaciones como ‘Comarca de Trujillo’, ‘Mi Larguero y Yo’ (1886), ‘El Mercantil’ (1892-1893), ‘La Defensa’ (1893), ‘La Razón’ (1893), ‘La Región’ (1896-1900), ‘El Cornetín’ (1897-1898), ‘El Binomio’ (1899-1900), ‘El Eco Extremeño’ (1899), ‘La Voz de Trujillo’ (1901-1902), ‘El Eco de Trujillo’ (1902), ‘La Unión Republicana’ (1903-1905), ‘El Campeón’ (1905-1907), ‘El Obrero’ (1905), ‘La Opinión’ (1908-1974), ‘El Adelanto’ (1915), ‘Voz Regional’ (1919), ‘Ensayos’ (1922), ‘La Muralla’ (1932-1936), ‘Campo’ (1933), ‘Semilla’ (1953), ‘Adelante’ (1955) y ‘Trigo’ (1977).
José Antonio Ramos Rubio entrega a las nuevas generaciones esta obra a modo de herencia literaria e histórica, recogiendo todo lo que constituye el carácter de sus habitantes, alegre, abierto, generoso y hospitalario; la historia de la ciudad; y hasta las legítimas ambiciones de lograrla cada día más hermosa.
“El historiador se encuentra impotente para recorrer la diversidad fenomenológica de los acontecimientos. Tenemos la mala costumbre de ser historiadores de tiempos lejanos y estamos sitiados por el período que no estudiamos: el nuestro. Ante esta obra, reconoce, me he enfrentado a una dificultad: relatar una historia que he vivido, convirtiéndome en historiador de mis propios testimonios”, explica José Antonio Ramos.
Trujillo es, en sus palabras, “una crónica histórica de memorias”: la ciudad del monumento a Pizarro, inaugurado el 2 de junio de 1929; la ciudad donde fallece un héroe del 2 de mayo de 1808, el teniente Ruiz de Mendoza; las fiestas en honor a la Virgen de la Victoria; el proyectado ferrocarril Cáceres-Trujillo-Logrosán, cuya línea quedó inconclusa; sede de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, de los consagrados Coloquios Históricos de Extremadura, de la Feria Nacional del Queso, de la Feria Agroganadera, del Chíviri, y de miles de noticias anecdóticas y curiosas.
“Toda crónica escrita es historia, y esta no es tan simple como para que desde la primera línea tropiece con la polisemia de una palabra que, confusamente, designa todo el pasado de los hombres. De nuestra historia vivida. El retrato social y costumbrista de los cambios trascendentales en nuestra reciente historia. La vida en la ciudad no es una realidad que nos venga dada desde el origen de los tiempos, sino más bien una realidad histórica construida de manera diferente por determinadas sociedades”, concluye el autor sobre este libro, esencial para el mejor y mayor conocimiento de la sociedad trujillana en los últimos 150 años.
