La Fundación Deporte y Desafío ha recuperado la práctica del rugby inclusivo, que habia quedado paralizada por la situación sanitaria provocada por la Covid-19, de a mano del Liceo Francés y con el patrocinio de Renault y bajo la supervisión del coordinador de programas deportivos de la Fundación Deporte y Desafío, Luis Revert.
“Yo los he visto muy emocionados e ilusionados. Y así me lo han transmitido los padres y los monitores. Al final es una introducción al rugby donde estamos constantemente haciendo juegos: te paso la pelota, el pilla-pilla, carreras… Es una actividad 100% lúdica, donde obviamente intentamos introducir los fundamentos del rugby, pero básicamente queremos que sea muy dinámica. No buscamos lo académico para que sepan pasar perfectamente, preferimos que se diviertan con la excusa de pasar el balón que encontrar una excelencia en los conceptos del rugby”, comenta el vicepresidente del club madrileño, Alejandro Tostado.
El rugby en general y el rugby inclusivo en particular tienen unos valores muy importantes para los deportistas. “El principal valor del rugby es el respeto. En más de 30 años de jugar al rugby no he visto nada igual: el respeto al contrario, al árbitro, al público y a tus compañeros. A pesar de ser un deporte de contacto, cuando termina el partido lo primero que haces es darle la mano al rival, y luego el público es muchísimo más respetuoso que en otros deportes. Además, existen otros valores que se comparten con otros deportes, como la competitividad, la amistad o la cultura del esfuerzo”, añade.
El Liceo Francés pone siempre dos monitores expertos en el entrenamiento de rugby adaptado, y además disponen de tres o cuatro suplentes. La Fundación Deporte y Desafío aporta un coordinador a la actividad, que cuenta además con el trabajo de los voluntarios.