Paula Morales, natural de Solana de los Barros, acaba de conseguir el título de liga y el ascenso a la máxima categoría del balonmano femenino en España con el Grafometal Sporting La Rioja.

Hace ya tiempo Paula Morales decidió abandonar el camino más elegido para practicar un deporte, jugar al fútbol, para decantarse por el balonmano tras la creación de un club en su pueblo, al que se apuntó con su hermana. Pronto despuntó, llegando a ser seleccionada para la Jornada de tecnificación organizada por la Federación Española de Balonmano en 2019, y posteriormente fue fichada por el Grafometal Sporting La Rioja, con el que ha conseguido su más reciente éxito deportivo.

Hemos hablado con Paula Morales para conocer mejor su trayectoria, sus sensaciones actuales y sus objetivos para el futuro.

¿Cuáles son tus sensaciones tras conseguir el ascenso?
Cuando el árbitro pitó el final del partido no me lo creía, no estaba siendo consciente de que habíamos conseguido el objetivo que nos marcamos a principios de agosto, en pretemporada. Fue como un arcoíris de emociones: a la vez tenía alivio, pero también una adrenalina increíble. Solo tenía en la cabeza ir a abrazar a mis padres.

¿Cómo valoras la temporada del equipo?
La temporada del equipo al principio fue un tanto irregular; nos tocó jugar en las primeras cinco jornadas con los equipos a priori más fuertes y con doble viaje a Lanzarote. Volvimos después del parón de Navidad con ganas de querer más, pero no supimos pulir las cosas del todo bien. Tras la Semana Santa, despues de una necesaria charla por parte del cuerpo técnico, conseguimos ser un equipo sólido y sumar todos los puntos necesarios, sin olvidar la suerte de que los equipos de arriba tuvieron algún que otro bache. El equipo acabó en muy buen estado físico, siendo sólido y contundente.

¿Qué crees que se podría haber hecho mejor?
Tal vez pudimos saber gestionar mejor las emociones y los nervios, y evitar ciertos errores que, en una categoría como es Oro, no puedes permitirte, porque al final le das vida a los demás equipos.

¿En qué crees que habéis destacado sobre el resto de los equipos?
El punto fuerte del equipo y por lo que hemos destacado ha sido nuestra defensa tan profunda y contundente, también darle protagonismo a las porteras que son un seguro de vida.

¿Y en lo individual, cómo valoras tu temporada? ¿Crees que has crecido como jugadora?
Siendo sincera conmigo misma valoro mi temporada de una forma muy positiva; llegué al club siendo una niña sin experiencia, fui creciendo, trabajando y esforzándome para poder obtener más minutos. Con la llegada de la segunda vuelta y teniendo más confianza por parte del entrenador empecé a tener muchos más minutos y convirtiéndome en una parte fundamental del equipo.

Obviamente he crecido como jugadora, jugar con buenas jugadoras te hace crecer como tal. He tenido una evolución muy buena; pero, sobre todo, he crecido como persona, mudarme tan lejos de mi familia y con tan solo 17 años es complicado pero te ayuda a madurar y crecer.

 ¿Ha sido difícil labrarte una carrera saliendo de Extremadura?
He tenido la suerte de coincidir con un grupo estupendo y un cuerpo técnico increíble que me han apoyado y ayudado en todo lo posible, y así todo es mucho más fácil. Es cierto que es muy distinta la forma de trabajar el balonmano en cada comunidad, y también hay que tener en cuenta que pasé de entrenar para jugar una liga regular en Extremadura a entrenar para jugar la segunda liga española de balonmano más importantes, son niveles de exigencia distintos.

¿Qué opinión tienes del balonmano en Extremadura?
Jugar en Extremadura es jugar con y contra tus amigas y al final eso está muy bien, compartes muchas experiencias con ellas. Mi experiencia fue buena  y me llevo grandes amistades que me dio este deporte.

En Extremadura es necesario que se le dé más valor al balonmano, más protagonismo y visibilidad. Es necesario que los pequeños se lo pasen bien y jueguen lo máximo posible, aunque tenga que ser seis veces contra el mismo equipo, porque al final la gente se ‘engancha’ a un deporte practicándolo. Yo haría más torneos y convivencias, y así los jugadores mantendrían más relación con los rivales.

En 2019 participaste en la Jornada de Tecnificación que organizó la Federación Española. ¿Cómo lo valoras después del tiempo transcurrido?
Tal vez sin esa llamada nunca hubiese tenido el pensamiento de poder llegar lejos en el balonmano, para mí fue un impulso decisivo para querer dedicarme a este deporte. Cuando fui era infantil de segundo año, y con esa edad cualquier niña lo desea; fue un reconocimiento que para mí fue como una ayuda para poder crecer y tener claro que quería seguir jugando. A día de hoy estoy orgullosa de esa Tecnificación y todo lo que significó para mí.

El balonmano no es de los deportes más elegidos de principio por los más jóvenes. ¿Qué te llevó a ti a hacerlo, y por qué crees que no se practica más?
Yo empecé jugando al fútbol desde muy pequeñita y eso era lo único que quería. Hasta que un entrenador de fútbol, Fernando Molina, decidió crear un equipo de balonmano en mi pueblo y mi hermana se apuntó; entre los dos me invitaron a probarlo y me encantó.

El balonmano no es un deporte muy vistoso, y siempre ha estado como a la sombra del fútbol e incluso del baloncesto; es cierto que en los colegios tampoco se incita mucho a que los niños practiquen el balonmano, pero yo creo que eso depende de cada club y la visibilidad que le dé la misma entidad. No obstante, ahora el balonmano tiene más inscripciones en categorías de base que hace unos años.

¿Cuáles son tus próximos objetivos a partir de ahora?
Ahora solo tengo un objetivo claro, que es mantenerme con el Grafometal en la Liga Guerreras Iberdrola, no quiero mirar más allá de eso. Nos espera un año en el que tendremos que trabajar duro para poder dar guerra y seguir vivas en la categoría. Me gustaría llegar hasta donde quiera, sin ponerme límites y abriendo todas las puertas posibles, pero el objetivo más claro es conseguir la permanencia en la máxima categoría del balonmano femenino en España.

¿Te ilusionaría jugar con la selección española?
Obviamente sí, cualquier jugadora desea poder representar a su país y es todo un orgullo poder hacerlo, pero de momento tengo que seguir trabajando hasta que llegue el momento. Si se produce esa llamada será cogida y me encantaría, pero ahora lo importante es mantener la cabeza fría; con tranquilidad y trabajo todo llegará a su debido tiempo.