Por norma general, y según indica la tradición, las hadas se representan como mujeres de gran belleza; son seres mitológicos que se encargan de proteger los recursos naturales o conceder buena suerte. Esta definición serviría para identificar con acierto a todas aquellas personas, bien sean hombres o mujeres, que, como las hadas, trasmiten una luz especial y que nos hace mucho bien tenerlas cerca por la magia y alegría que desprenden, mejorando nuestra calidad de vida.
Estas personas que fortalecen nuestra valía y seguridad personal, que nos ofrecen cariño y amabilidad, tienen el don de hacer surgir en nosotros un sentimiento de bienestar que nos lleva a relajarnos, activar los centros de placer y eliminar el malestar. Además, se minimizan los niveles de estrés a través de la reducción de cortisol y del aumento de la producción de endorfinas (químicos naturales que actúan como potentes analgésicos), que refuerzan nuestro sistema inmunológico.
Cuando alguien nos da el impulso que necesitamos y multiplica los momentos de felicidad a lo largo de nuestros días nos demuestra que la magia está ahí, que no es necesario llegar hasta el país de las hadas para encontrar a estas criaturas mágicas que tanto nos suman.
Posiblemente, mientras ibas leyendo este articulo hayas recordado a esas personas especiales que se cruzaron en tu camino, o incluso tú mismo seas una de ellas. Como puedes observar, estos seres que consiguen que nuestra vida cobre un sentido especial y diferente no se hallan misteriosamente escondidos; conviven con nosotros, solo necesitamos estar atentos a nuestro fantástico entorno y saber apreciar su belleza.