La Organización Nacional de Ciegos Españoles ha elaborado una guía con recomendaciones indispensables para garantizar la seguridad en la vuelta a la actividad personal, económica y social de las personal ciegas y con discapacidad visual.
Estas recomendaciones responden, en parte, a las dudas detectadas por las profesionales de la ONCE que cubren los servicios de atención y autonomía personal de estas personas, como psicólogos, trabajadores sociales, voluntarios, técnicos en rehabilitación, instructores de tecnología adaptada, etc. Se ajustan a las medidas de higiene y seguridad dictadas por el Gobierno para evitar la propagación de la Covid-19, entre ellas el denominado ‘distanciamiento social’, que en el caso de las personas ciegas puede generar muchas situaciones en las que no resulta de fácil aplicación.
La guía está dividida en diferentes apartados y arranca con la recomendación más elemental, la higiene, según las instrucciones de las autoridades sanitarias, específicamente no depositar el bastón, el móvil o los apoyos ópticos y tiflotécnicos sobre mesas, no prestarlos y utilizar una bolsa para guardarlos separados en el bolso o en la mochila.
En cuanto a los desplazamientos, además de establecer la distancia personal mínima de dos metros, se recomienda, entre otras cosas, identificarse ante los demás como persona ciega, o circular por aceras amplias, por la derecha y cerca de la pared, reduciendo la velocidad en zonas concurridas y usando sonidos como aviso.
Para solicitar y recibir ayuda se recomienda tomar la iniciativa y pedirla con indicaciones claras y concisas.
En el uso del transporte público se debe evitar tocar elementos, comunicar al conductor la parada deseada y pedirle que abra, usar asientos reservados para personas con discapacidad preguntando al conductor si están libres para evitar demasiados desplazamientos dentro del autobús, y utilizar las aplicaciones móviles accesibles para gestionar los viajes y avisos.
También se recomienda recurrir a los sistemas online o telefónicos para sustituir las gestiones que conlleven manipulación, así como recurrir a los establecimientos de compra más próximos, llevar la lista preparada y, si es posible, pagar con la tarjeta o el móvil.
En el entorno laboral, la ONCE aconseja utilizar el bastón en desplazamientos interiores y que sea uno distinto al usado en la calle, evitar los contactos con elementos comunes como máquinas de café o ascensores, y mantener la extrema higiene y el orden para localizar mejor los objetos y tocar menos.
Para acceder a información se deben desinfectar las manos antes y después de leer carteles o botoneras en braille; en caso de tener resto visual funcional se recomienda utilizar telescopios, aplicaciones móviles o fotos ampliadas para evitar acercarse demasiado a estos elementos.
La guía también dedica un apartado a las personas sordociegas, a quienes recomienda extremar la limpieza de manos antes y después de una comunicación táctil y realizarla de forma lateral y no frontal, el uso de mascarilla, que, en caso de resto visual, podrá ser retirada para la lectura de los labios.
Para la comunicación verbal en distancias cortas se debe hablar desde atrás al oído, y no de frente, siempre que no se precise el apoyo visual para la comunicación. Si se utiliza el deletreo en palma, el sistema dactilológico o la lengua de signos apoyada táctilmente, debe hacerse de forma lateral y no frontal; y para la relación con terceros se aconseja utilizar tablillas de comunicación, por escrito en un papel o en el móvil.
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